Oda a mis contradicciones
Espejo de mis oscuridades,
cuya cavilación abandono,
tras la lampara fría,
observo tus reflejos atrapados en las tapias de mis cavernas,
junto al eco de mis silencios más absurdos.
Voz escurridiza de la inconsciencia,
ruido blanco de la razón,
punto de suspensión entre el pensar y el actuar,
ignorado instante,
donde el futuro decide entre ser pasado o constricción.
Chivo espiratorio de mis remordimientos,
tu mirada impune descansa sobre mis insomnios,
abandonando a mi subconsciente el reparo ilusorio de los estragos que causé.
Hoy, desamparada al yugo de la conciencia,
cuando la virilidad acabada a la suma de los fracasos, ante la luz de la razón,
te muestras denuda ante mi albo mirar.
Condenada a soportar las lamentaciones de mi prosa, sufres el reproche de mis silencios,
atrapada en lamentaciones que olvidé,
entre gotas binarias de versos ignaros
que descansan a la deriva en el mar infinito de la red.
Comentarios & Opiniones
La voz de la conciencia, es eso que no podemos callar y que, a pesar del tiempo, nos habla desde aquél oscuro rincón donde dejamos heridas. Saludos desde Uruguay.
Sin dudas la conciencia no perdona, con voces lejanas nos reclama y nos censura, un placer, saludos cordiales Lancelot, buenas tardes.
Gracias Xio, Corazón de flores. Se les agradece leer