Desde que te fuiste
El pasar de los segundos se ha vuelto infinito desde que partiste.
La brisa me toca, y siento tu aroma llegar hasta mí.
No consigo concentrarme, ni espantar los fantasmas que susurran tu nombre.
Cada día las horas se vuelven eternas, cuando te busco en los lugares que solíamos transitar.
Maldigo la distancia que nos divide, pero más el vacío sentir sin tu respuesta.
Innegable es que ahora estás luchando por alcanzar la estrella que perseguías desde hace tanto.
No soy quien para soñar con un futuro a tu lado, al menos no ahora, desde que llegó el invierno que nos mantiene congelados.
¿A quién recurro ahora que te has ido, para contarle mi día? ¿A quién he de hacerle cosquillas, esperando recibir mil besos?
Parece que la deuda fue cancelada, y no me di cuenta a tiempo. Sigo esperando señales, deseando encontrarme contigo, pero ¡Qué va!
Estás lejos, y por cada kilómetro que nos divide, parece reducirse cualquier posibilidad de volver a escuchar que me llames "ojitos bonitos".
Sigo aquí, sigo soñando, sigo esperando volver a tomar tu mano.