Mi corazón te escogio
Me preguntaron si es amor, y yo sonrei, sonrei pensando en élla, sonrei pensando en nosotros, sonrei pensando en cómo fue bueno, y también, de alguna manera cono fue malo, sonrei, con mi sonrisa más melancólica y rara, pero aún así, sonrío. Sonrei porque me acordé de las innumerables veces en que de alguna manera quise matarla, por el don natural que tiene de irritarme, y también de hacerme olvidar que ya la he querido matar.
Sonrio porque me acordé de esa música ridícula que yo adoraba, pero por el hecho de oírte cantando a otra persona, me hizo quedarme con mucho odio de la música de la persona y de ti. Sonrio porque me acordé de aquella vez en que me miró con deseo por primera vez, me acordé de cómo mi cuerpo respondió instantáneamente, como si todo lo que élla quisiera era ser tocada por mi.
Sonrío porque me acordé de los celos que me causó, y de cómo intenté ocultar, fallando drásticamente. Sonrío porque me acordé de la comodidad que me dio en los días nublados, me acordé del hombro amigo, me acordé de las palabras sinceras, me acordé de cómo era bueno tener participando en mi vida. Sonrío porque me acordé de mi crema que ella se apoderó, y aún decía que ni oloroso yo era, sonrío porque por su causa me obligé a comprar una que tuviera una fragancia que le agradara, aunque no fuera mi preferida. Sonrío porque en ese momento, mi corazón te escogió.
Martin Benedetti