SANGRE ANCESTRAL

SANGRE ANCESTRAL…

Mapuches, Incas, Wuaraos,
Caribes, timotocuicas etc bendita
Sangre ancestral,
de la que muchos reniegan,
quisieran erradicar.

¿Cuál es el cruel ataque?
al sobreviviente linaje
cometido
por aquellos despreciables
que los denigran y ofenden,
voy más allá…
los asesinan, desaparecen.

Y aquel fatídico día,
tú hombre digno
en tu confía,
en su defensa saliste,
sin imaginar siquiera
que tú la vida perdieras,
¡te mataron MALDONADO¡
por defender al mapuche,
por defender a los débiles,
por ser tu causa el amar,
defendías con tu vida
aquella sangre ancestral…
y que a su vez reclamaba
su tierra dada al capital.

Tus ojos grandes,
tu mirada penetrante,
me dijo mucho en verdad…
Se leía a través de ella
que estabas en LIBERTAD,
vivisteis como querías,
sin conceptos, ni prejuicios,
¡amabas solo vivir ¡
como tú mismo elegiste,
a orillas del triste mar,
que representa la existencia
traicionera, carroñera
sin escrúpulo,
capaz aún de matar.

¡Solitario lobo¡
una especie en extinción,
que defendió las causas de otros,
con todo su corazón,
desde el puesto del guerrero
que vive por la única razón,
de ganar su libertad
y darla al mundo de hoy…
¡Te mataron MALDONADO¡
que cruel crimen mi señor.

Pasaban los días…
Y los viles asesinos
No daban explicación,
buscaban tétricas coartadas
para esconder tal horror,
¡Te mataron MALDONADO¡
Te asesinaron
Señor de los imperios justos
un amante soñador.

Amo las causas perdidas…
Levanto en protesta mi voz
a través de mi escritura,
te escribo en verso mayor,
Indignada grito al hombre
¡Viva la sangre ancestral¡
sangre milenaria,
que corre por nuestra vena ¡carajo¡…
sin merecer ser borrados
por pendejos asesinos,
que buscan liberarse del destino
de llevar sangre de indio,
o apropiarse de sus tierras…
¡estúpido raciocinio¡
Imbéciles respingaos
¡qué pobres de corazón¡

¿Te mataron Maldonado
por intereses o prejuicios?
Eso yo aún no lo sé…
Solo que tu mirada se fué
Para ver el firmamento,
Por estar en campamentos
de personas ancestrales,
y hoy
te acompañan sus espíritus
en tu largo transitar,
por el infinito cielo
de aquella sangre ancestral…