Fragmentos de un corazón roto.

poema de Atlayxes

creí quedaría un cacho todavía de esto que alguna vez se llamó corazón,
no obstante, busco, rastreo, pero no quedan ni cenizas ya.
Me he quedado sin mí. Ha desaparecido aquello que me representaba,
que me queda ahora solo una parodia de lo que alguna vez fui.
Los actores soy yo misma con mis personalidades cambiantes,
el telón lo fue mi vida entera, mis gestos y todo lo que significaba estar en estos pies.
Me agacho y busco cansada entre las cortinas pero no veo más que piezas ajenas,
sangre de intrusos, advenedizos pasajeros rápidos fugaces. Todos y cada uno de ellos se han robado un fragmento más.
Me encuentro tan sola, tan triste, chillo con gritos desesperados y sordos a tus oídos y me derrumbo por segunda ocasión;
me siento tan fuerte en momentos pero en la mayoría solo soy una niña de cinco que sigue con miedo a los truenos, estos últimos representados con los presentes que ahora enfrento.
Quisiera salir corriendo despreocupada y feliz, mi sonrisa blanquzca y excitada por todas las calles de este, mi pueblo. Sin embargo... no puedo, les he fallado.
Llevo metida en una depresión hace tiempo y nada parece poder pararle ya. Sigo siendo la infante pequeña que le tenía miedo a los golpes, sí.
A los gritos de su padre, a los golpes de su madre, al rechazo de sus compañeros. Sigo siendo la niña que prefería leer en el recreo antes que salir y patear, la cual el mundo juzgó mal, ¡Me gritaron violenta, aprovechada! yo, que ningún mal hacía. Solo no quería estar sola.
Ya no quedan trozos de mi corazón. Se esfumó y con él hasta los restos pequeños que quedaban los quemó. O se los llevó, quizá.
Porque sabría que me embargaría la pena y moriría de dolor, ahora que soy tan feliz, ahora que ya no quiero llorar.
No me siento yo misma y nada tiene fin, ni deseo lo tenga. Es un ciclo interminable y me hace sentir tan culpable y ansiosa;
por otro lado estabas tú que ya ni recuerdos quedan, ni ganas de abrazarte ni pensarte, ni estar en ti.
Por ahora solo soy yo, y bastante trabajo tengo teniendo que encontrar la tumba de mi corazón y mi razón. mínimo un ramo de rosas le voy a llevar, aquí los únicos que murieron fueron ellos dos.
Mi cuerpo y yo seguimos aquí.
DIJL