Canto De Anhelo

poema de Zúntala

Estoy llenando de eufemismos la ronda
Acaloro cada oración
Y estas letras, pálidas, parecen un lienzo sin pintar.

Ayer me parecía corto el camino
Pero ya no soporto éstas cadenas
Me ata la pena de sangre, antigua
Me engulle ésta soledad crispante

Ya sé que todo suena como un grito escrito,
Que parece que le huyo a la vida
O a aquella ansia resucitable
Por vivir

Y sí, debo sembrarme a diario la lucha en el pecho,
Aunque me comporto insolente con el optimismo
En el fondo parezco una de esa baladas
Que parecen no terminar
Parezco una de esas mañanas lluviosas
Donde todo queda húmedo y ansioso
Hasta el asfalto siente frío,
Y la tibia alabanza del sol, es inútil.

Hay frío en mis paredes más férreas
Y extraño cada milímetro del semblante de ayer,
El anciano ayer
Ese escondrijo donde hallé la felicidad
Y me niego a despedirme de sus rimas,
De sus tardes

La caricia más mínima, la quiero,
Volverte a ver, aún de lejos, lo ansío,
Abrazarte... tal vez no podría con el peso de tanto cariño

Hoy lleno de eufemismos ésta ronda:
El milagro de cada amanecer no importa
El pesado suspiro de la luna en mis noches
O cualquier noche estrellada,
la sonrisa de aquel cerro,
la paciencia de aquellas aves,
no valen nada, lo juro,
si no estás aquí
en mis líneas,
en mis terribles comienzos del día,
y en cada estela que dejo al final.

Si no estás aquí
Ni el llanto acaba mi pena
Ni escribir un millón de poemas e historias
O gritarle a las paredes tu nombre

Me está matando tu lejanía
Pero asesina lo infantil de mi universo
La carne débil, el frágil núcleo del sentir,
Carcome la ciega intención de sonrisa que poseo
Y a aquellas cansadas brasas

No sé si estoy listo para el ritmo imparable del no tenerte
Para la agonía nocturna a solas
Y aún tan lejos, lo juro, te amo,
Así, sin adornos nobles,
Sin la magia que aporta el lenguaje
O mi poesía aburrida

Hoy, que lleno de eufemismos la ronda, te amo,
sin trazos, o garabatos, sin pena
y con genuinas ganas de abrazarte de nuevo.