Atesorando el renuevo

Espero el incauto final
me dejo llevar
por lo que no fue y pudo llegar a ser

Transito sin miedo por el laberinto
de los corazones rotos
buscando algún rostro que ilumine mi camino

No encuentro motivos para dejar este dolor
no hay borrego sin mancha en este cuento de terror
hoy más que nunca lo voy pensando
y ante los pies de la lujuria me envuelve su encanto

Amanece y ya empieza mi ruina
acontece que no hay vuelta a esta desdicha
que me seduce con sus nefastas contradichas

Atardece en la ciudad y no hay monumento para venerar
se asoma la cruenta verdad con sus pasiones que no van a parar
esas pasiones que me debilitan cada vez más

Anochece y no sé a dónde ir
es tan triste que no sé qué decir
otra vez me voy, añorando un patético festín.