El perdedor
poema de Gabriel C. Márquez
Me acosa el fracaso con sus ojos de alambre.
En este eclipse no hay vida.
Lo veo deshilachándose
y enredando mi pensamiento entre sus serdas.
Pobres.
No saben
lo que es estar del lado de las espinas.
De último consuelo
esa voz hueca confesando
que nadie florece
sin haber estado un poco marchito.
Y el perdedor sin saber si creerle.
Comentarios & Opiniones
vaya sentimiento, no es cualquiera el que soporta una pesada vida resistiendo tras las espinas.
Un gusto leer tu comentario Johnata. Y estoy de acuerdo. Saludos.