Caprichos de la eternidad

Por destino chocó con mi vida.
Por casualidad entró en ella.
Ahora la eternidad quisiera guardarla,
quizá para atesorar por siempre
el calor que su presencia imparte
en ese invierno que implica el existir
en este naufragio de letras, por veinte años arrastrado.

Quizá porque significó una nueva luz,
en las tinieblas del vacío
escondido entre una seriedad hastiante.
Quizá por su belleza fresca,
tan ausente incluso en las ovaciones al espejo.

No me sé decir, realmente
el porqué la eternidad la quiere de bandera.
Aun a sabiendas de lo complejo
de llevar por buen cauce dos corazones
por las sendas del deseo, sin dejarlos ahogarse
por el infantil egoísmo de los idiotas.

Porque sí, un sentimiento quiso escribirle,
como para borrar con tinta las cicatrices
de decepciones marchitas.
Y ahora es más colorido el futuro
por la certeza anclada
a su compañía en mi presente.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Muy buenas tus letras,mucha reflexión hermosa! Felicitaciones y beso.

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