Poesía de yolanda
Domingo, Septiembre 15, 2013 - 00:28
Esperandote
Día tras día la desolación y el sufrimiento cubrían su rostro,ocultando el destello de sus ojos,impotente ante los mios.Día tras día acariciaba sus manos ante su mirada impasible.Día tras día cultivaba la esperanza de que en algun momentorecordase mi nombre.Fué entonces cuando aquella mañana,elevó su mano para acariciar la mia.Fué entonces cuando sus ojos entre lagrimas contemplaron los miosy susurrando dijo mi nombre.Un intenso y agudo nudo comprimia mi garganta,aun así,extraje fuerzas,para pronunciar esas palabras que tantas veces repetía sin obtener respuesta.¡Te quiero mama| ¡Te quiero|Fué entonces cuando estrechó mi mano con fuerza,siendo mis ojos testigos de su sonrisa.Aquel momento alimentó mi vida,quise aprobecharlo para colmarla de abrazos y besos.Ya que en cualquier instante,de nuevo su enfermedad la alejaria de mí llevandola al vacio de sus recuerdos
Sábado, Septiembre 7, 2013 - 00:17
Despojar el dolor de mi alma
Quiero apartar de mi el dolor de la amarguraque penetra recorriendo cada poro de mi cuerpo.Ante los viejos arbolesclavo mis manos en sus tierras.Son mis lagrimas quienes riegan sus raices.Son sus hojas las que me cubren y me arropan.Suelto al viento la tortura de mi almaes él quien acaricia mi rostroes él quien seca mis lagrimases él quien susurra a mis oidos,¡Saca tu rabia y tu irayo la llevare conmigo|¡despoja tus ojos de esas lagrimaspues ellos merecen alegrias|y ahora ¡respira,respira con fuerza|
Jueves, Agosto 15, 2013 - 17:11
LAS MALAS LENGUAS
Dejáis correr libre y sin sentido vuestras lenguas,Posando en ella la mentira como si os diese vida.Cerráis los ojos ala realidad.Deslizándoos como serpientes en el desierto.Buscando una presa a quien introducir vuestro veneno.Inmunes ante el daño que estáis causando,Termináis con uno y comenzáis con otro.Todo os vale,Pero llegará el dia en que recogeréis lo que sembrasteisSerán las lenguas que alimentasteis a las que suplicareis.Serán sus mentiras las que os abrirán los ojos.Pues será entonces cuando sintáis en vuestras propias carnes.¡No lloréis ¡vuestras lagrimas son iguales que las mías,Entendéis ahora el dolor como el arrepentimientoYo os perdono, pues mi corazón es grande