LA VERDAD

No se puede culpar a la mentira
por vestirse de excusa.
El traje de la verdad, no le sienta bien.
Lo que es real, no necesita explicaciones.
Se siente, y florece en su propia primavera.
Todos tenemos una voz interior que escuchamos.
Esa voz nos guía.
Nadie puede ir en contra de lo que oye de sí mismo.
No existen razones ni explicaciones
que puedan contra eso.

La verdad se ve y se huele en cada detalle.
Es un verde único,
entre millones de verdes.
Una flor diferente en el más inmenso jardín poblado.
La mentira, es un ropaje pobre y de mala calidad.
Al poco tiempo desluce
y termina en harapos.
La verdad, no necesita otro vestido.
Su única ropa, es su propia desnudez.