Amor Predestinado

Cada ves que caminaba, la naturaleza rompía sus propositos, para guiarme sin darme cuenta a un gran lugar. La muerte ni me hablaba, y si lo hacia solo jugaba.
Los niños me tomaban de la mano y me hablaban de un ser que les alumbraba con la sonrisa.
Las hojas caían siempre apuntandome a un solo lugar, un gran lugar.
Era sumiso, y me dejaba que el universo me guiara.
Mientras me guiaba, en el camino, te vi.
Era de una piel morena, que caminaba con poder
Las hojas caían para marcar sus pasos y las nubes se volvian mas lentas para poderle ver.
Sus mejillas eran como si estaban fundidas de oro, con poros abiertos para amar.
Sus labios reinaban el aire y sus ojos hacian enloquecer a las aguilas.
Pero cuando sonreía, me sentía como esos niños.
Me acerqué y la besé.
Sus besos me besaban hasta mi corazón, y más alla que mi alma. Grabó sus labios en mis pensamientos y dominó mis sentidos, me elevo mi valentia y me senti cerca del Cielo.
Al llegar al Cielo mi Dios y tu Dios me dijo:
Ella es la asignada, tu herencia Eterna y Tu compañera sin fin.





