LOS MISTERIOS DE LA PSIQUIS DEL ALMA

Te pienso desde el tercer piso
de mi cómoda enajenación.
Mi gato y yo te extrañamos
cuando el silencio capitula,
en estas paredes que guardan la fábula
de tantos amores desconocidos.
De repente, el ambiente
huele a los tres olores,
que florecían de tu cuerpo
cada vez que me empecinaba
en explorar tu planicie.
Una nostálgica lluvia,
encharca las horas y la soledad
insiste en tiranizarme, a tu recuerdo,
mi respiración maldice la madrugada
mientras te pienso junto a Billie Holiday,
en el balcón de una ansiedad
que me produce náuseas.
La gente va de un lado a otro,
con la urgencia de la nada
y el pensamiento fijo,
en extravagantes dolores
que no saben simular.
-Simples sombras-

Tu perfil se refleja
en mi consumado miedo.
Si, entendiéramos cuando todo termina
esto no fuese tan circular ni sofocante,
son los misterios de la psiquis del alma.
Quisiera escuchar tus pasos,
tu risa hilando un deseo
camuflajeado de cansancio,
saciar tu apetito por mi piel y mis necedades.
Eres frágil, ¡ay pero yo!
prefiero condenarme
en la austeridad de tu querencia.

Yaneth Hernández
Venezuela
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