Memoria
poema de William Somerset
Fue la misma vieja canción
que te hizo viajar a mis recuerdos.
Y te tuve frente a mí.
Tu mirada, tu profunda mirada,
es tan dulce como la última vez
que me reflejé en tus ojos.
Pudo ser amor, reza la canción,
y yo te miro y ardo en pasión.
Toco tu piel por última vez,
te arrullo en mis brazos y deseo,
y sueño con hacer perenne
ese segundo.
"Invierno, quédate", dice otro verso.
Eras tú todo lo que necesitaba.
Sin embargo, pronto debo decirte adiós.
Pudo ser amor, pero ya se acabó.
Frágil, fugaz, intenso,
fue amor. Yo quiero creerlo.
Gracias por venir hoy
a mí en una canción.




