ENCANTO.

Hay en la catedral de tus labios,
comunión solemne de un beso,
y en tu aliento apetecidos resabios,
de un te quiero silente… Inconfeso.

Más en los altares de tu alma bella,
cual primicia y ofrenda un anhelo,
como también primicia es la estrella,
cuando la noche señorea en el cielo.

Así tu amor es cuál río que fluye,
cristalino y de caudal impetuoso,
incontenible con el alma confluye,
como delta de un mar ostentoso.

Hay en el palpitar de tu corazón,
magnos arpegios de suma ternura,
anhelos supremos de real hermosura,
que hacen amarte… Motivo y razón.

Y en la catarata de tu sonrisa,
el apetito carmín de tu boca,
se esparce cual apetecida brisa,
que sutilmente besarla provoca.

Cuanta cautividad tu mirada,
que plena tu alma desnuda,
serena como mar atenuada,
por espumas de sutil albura.

Encanto tu mágica orografía,
entre protuberancias y llanos,
¡Oh cuanto mi alma porfía!
Redimirse al tacto de mis manos.

Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Enero 2 del 2020.

Comentarios & Opiniones

Reymon dimitry

Gran poema Víctor,
Me gustó cada palabra y la manera que conjugaste los versos ...
Saludo y te invito a que me sigas si gusta.

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