La raiz del Bien

Tantas cosas quisiera que fuesen reales
Quizá Cristo siendo el hijo de Dios
Aún así, es muy joven como para yo seguirlo
Y Dios, demasiado viejo y sabio como para comprenderlo
He estado en el medio toda mi vida
No me estoy quejando
Solo que cada día menos veo en mí algo especial
Para qué tener o ganar derecho de algo
Para qué vencer
Para qué tener la razón
Para qué la inteligencia y la originalidad
Hay tantas cosas bellas y valientes
Hay tantas vidas llenas de valor y sufrimiento
¿Qué querría uno para uno?
Solo estar eternamente esforzándose por el bien
Eso sería un gran deseo
Francisco de Asís se alejo de mí
Su eterna juventud murió en la nieve de mi cabello
¡Que tarde he entendido ser el instrumento de tu paz!
Un instrumento para está grandeza
Ni Dios es tan digno como su obra
Quizá, así también lo sabe él
El amor de los padres por sus hijos
La inocencia de los cachorros y los niños
La fidelidad y la lealtad de un padre por su familia
La esperanza por ser un hombre o una mujer de bien
La misma idea del Bien
¿Qué podría pedir uno para uno?
Son todos tan jóvenes
Hasta el anciano que se sienta solo a meditar o a dormir
Quizá la paz es tan grande que basta solo con respirar
¿Qué podría dar Dios a uno?
Si ya nos regaló el pesebre
La Fe, que cuando llega es suave y pequeña
La Fe, con algo de dolor, con la fuerza del bien
Silenciosa como la garuga que da vida a los capullos de una Rosa
Esa que tantos años me acompañó
Y hoy solo está en mi recuerdo
Cuando aprendí que el fondo hace la forma
El rosal esconde sus raíces
Ellas son la base y el fundamento
Lo que no se ve
Lo que vive en la oscuridad de la tierra
Lo que no destruye
Lo que no invade
Lo que no quita