El miedo

poema de Alguien más

He vivido en el claustro de mi vida
Hubo un tiempo que pensé que era anormal
Lejos de esa realidad de manifestaciones sociales y gestos
Intente abrirme paso a la realidad de los demás
Sartre fue un mentor en esto
El objeto del sujeto y el sujeto del objeto
Esa realidad de risas y compañeros
De placer y compañía
¿Qué hice?
Mi soledad no solo desapareció
apareció la desorientación, la inconsciencia, era real y estúpida
Un sentido absurdo, lejos de mi eterna burbuja de Navidad
De tímido reprimido me volví sarcástico y vanidoso
Mis ojos saltones se volvieron pequeños y lentos
Y las palabras brotaban como Demóstenes de la rabia y la soberbia
Solo perdí a mi Dios, fue la gran ganancia existencialista
Solo el viento, en cientos de días en sonambulismo,
me hizo recordar quién soy yo
Volver ha llenar ese vacío que ahora estaba lleno de exteriores
Y ha vuelto mi Dios, mi Dios más grande que cualquier religión
En mi triste navidad, hoy, si bien avergonzado, la celebro cada mañana
Quiero decirlo, pero, se que ahí afuera existen intereses distintos
Ahí afuera está la realidad, pero, aquí adentro, está ese Universo inmenso
Esa conciencia que permite darse cuenta y la verdad, ¿Cómo queda la verdad?
La verdad ya no necesita hablar, ni tener gestos, ni voluntariosas explicaciones
Se vuelve real en los propios actos, un guardián de la propia libertad
Fluye una filosofía por sobre el animo y los problemas, la gratitud me levanta
No sirve para las cosas cotidianas, pero, hace de la vida un sentido
Mi Dios se ha vuelto demasiado grande para mis posibilidades
Todo es importante si da felicidad y todo es prioritario si es por el sufrimiento
Se ve todo tan claro e igual no deja que uno pueda cambiar algo
A veces pienso que ya es suficiente, ver parte de la verdad ya es mucho
No he perdido el miedo, no lo he perdido,
todavía el viento no me ha limpiado completamente
Quizá el miedo siempre ha sido mi burbuja
y mi Dios el motor de mí esperanza.

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