Cristiano

Me he vuelto cristiano
Por oportunismo, no hay mejor oportunidad
Por hastío, la mente humana ya me tiene cansado
Por efecto, de esa causa que naturalmente llamamos estupidez
Ya lo estoy viendo, no viene bien este poema
Voy a insistir entonces en milagros y estupideces
Donde volver a Cristo es lo menos estúpido y un milagro de los tiempos
Y dudo por los números, tantos chinos y todos confucianos
Ojalá fuésemos gaviotas viviendo mil vidas
Donde finalmente lleguemos al milagro
Y como recién estoy comenzando, no tengo ese hablar cristiano
No entiendo la bondad, ni la compasión ni la humildad
Estoy partiendo al revés,
Entiendo el sufrimiento, la necesidad y la maldad
Ya he vivido bien con la rutina y la civilización
Para ello no necesite el amor, solo caminar en lo social
Con los brillantes destellos de los sesos y la ropa bien elegida
Ahora que recién comienzo, por costumbre, tengo la meta dispuesta
Como siempre, pensando en grande, el milagro, el milagro.
Pero, a mi modo, ese milagro íntimo del todo dentro de la nada
Como cuando no era cristiano y miraba el universo
Tan grande, tan misterioso, tan cerca y uno sin nada que hacer
Ese milagro de la inocencia y del anonimato
Que salva vidas sin que nadie lo sepa
y solo se les dice a estos tréboles que llegan cada año
Por que todo en esta cabeza y corazón pequeño, es grande
Sí, el milagro es una estrofa que todos leerían por generaciones
Ninguna ideología ni una filosofía ni una ciencia podrían más
Porque en este pequeño cuerpecito de ave y flores al amanecer,
se escribe el verdadero sentido de la existencia
Decía Jesús:
No dudaría el anciano en preguntar
a un niño de 7 meses por el sentido de la vida.
Si saben que significa, díganmelo,
es que recién me he vuelto cristiano.