Mi Madre

poema de Varsepulve

Del cielo cayó una rosa, el viento la deshojó y en cada uno de sus pétalos decía…
Que las rosas no caen del cielo, sino que brotan de la tierra. Esta rosa tuvo que nutrirse, tuvo que llenarse de energía para poder florecer. No fue fácil, más de alguna vez fue pisada, más de alguna vez daño a alguien con sus espinas; pero a pesar de toso ellos, nos enseña su belleza, no lo que sufrió, ni cuanto le costó, solo nos muestra algo que nos haga sonreír.
Madre, no se esconda, quiero verla, necesito verla…
Me ha mostrado su sonrisa en tantos momentos en los que esperaba una lágrima, quisiera decirle al mundo que ellas son únicas, son frágiles, y son bellas.
Sé que aún no puedo entender por qué tanto amor, creo que tendría que enterarme de todas esas veces que hasta tarde me hacía la tarea incompleta, la vez que me llevó en brazos a la cama, cuando silenciosamente ordenó mi pieza mientras dormía, y los botones que cosió en innumerables prendas; nada de ello me haría entender.
Por eso a veces creo que no la conozco, sé que es grandiosa.
Blanca Sonrisa, suave piel, y si me preguntan, aún tiene veintitantos…
No me doy cuenta cuando cocina, ni cuando lava, ni cuando hace funcionar todo este sistema. Sólo sé que le he hecho este regalo.
¿Tanto maquillaje bajo los ojos mami?... como tantas vivencias que puedo recordar, antes le cantaba canciones, hoy no más le escucho hablar…quiero escuchar.
Perdí tantos años entregándole “cositas” que me acabo de dar cuenta que es usted quién desea entregar…quién ha entregado ya.
Yo de ilusa le tomaba por distante cuando lo que más necesitaba era su cercanía.
Mami, entrégueme todo lo que tiene, quiero escucharle hasta lo que no quiero escuchar; acarícieme con esas manos ásperas, sé que el amarme le han quitado su suavidad. Quítaese esa base de los ojos, deje verme en tsus ojeras, déjeme nadar con sus desvelos y danzar bajo las lágrimas del pasado. ¡Quiero verla Madre!, porque necesito ver el reflejo de mi dulce porvenir, y si el precio es alto, ¡quiero hacerlo!, si primero veo cuánto ha estado dispuesta a pagar usted.
Se endeudó en sueños míos, que los suyos nunca los oí, la imagino a mis años, cuántos deseos sepultó por verme sonreír.
Quiero ser el fruto de la semilla que usted plantó, quiero hacerle respirar, quiero ser la fuerza en sus manos cuando no las tenga y cuando todo se haya ido, quiero verla descansar…
No me niegue esa palabra de corrección, no importa los años que tenga, nunca calle, que yo la oigo.
Del cielo cayó una rosa, el viento la deshojó, y en cada uno de sus pétalos decía… “hijos los amo yo”…
Con amor, su hija Varinia.

Comentarios & Opiniones

pablo barattini

Bello poema, aplausos compatriota mis saludos y estrellas.

Critica: 
Agus Lovely dreams

Hermosa prosa poética , con mucho sentimiento , así del alma salen y fluyen las palabras.
Respetusos cariños a ti y tu madre, bello homenaje.

Critica: