Maestro del engaño

poema de Valerie

La vida es tan fugaz que me lastima,
La abulia que me mata con su esgrima,
Pero no permito que me deprima
Y me subo a la tarima.

En medio de los aplausos
Noto sonidos difusos,
Son demasiado confusos
Pero en mi cabeza están reclusos.

Un artista de corazón sensible
No para todos es leíble
Pero mi mentalidad es flexible
Y mi voluntad no es rompible.

La tristeza solo me inunda
Cuando el líquido en mis ojos abunda,
Dejo que mi corazón se hunda
En mi vida nauseabunda.

Sin embargo a la muerte no le temo,
No creo en alguien supremo
Que me espere en el otro extremo
Para calmar el fuego en el que me quemo.

Para mí la muerte es como un lampo,
Yo la quiero en medio del campo,
Que me transporte en el tiempo
Como una melodía con su propio tempo.

Por ahora sigo viviendo,
Siendo fuerte y sonriendo,
Porque descubrí que mintiendo
Es la única área en la que me defiendo.