IGNORAS

Hoy también, como cada día,
la luz entra fresca y limpia
adormecida en tus ojos dorados,
acunada en tu sonrisa.

Cambió tal vez el mundo
mudó el tiempo su medida
o perdí tal vez el rumbo
mecida por tu brisa.

Arrancando todo lo muerto
soltando lastre y amarras,
navegando con lo puesto
naufragué junto a tu playa.

Y allí, tibia de sol y ganas,
cargada de luz y ansia
me entregué a nuevas batallas
aferrada a tu cuerpo en danza.

Y soñando en esa isla
desperté sola y sin guía
que pudiera enviarme
entera y de vuelta a mi vida.

Y es que sin probarte sé,
que aún siendo amigos en la vida,
en mis sueños eres fuego,
pasión y fantasía.

Y mañana, te veré de nuevo
y te daré los buenos días
e imaginaré nuevos versos
cuando beses mis mejillas.