La playa y el mar

(Redondillas)

Me contaron en secreto
Que se ha corrido el rumor,
que allí el mar hace el amor,
a la playa sin respeto

Fuime donde no hay quien vaya
y vi al mar libidinoso,
como un amante celoso,
que toca como que ensaya.

Me dijeron que era el mar.
Pero he visto que la playa
quita arenas de su saya
para sentirlo llegar.

También la veo jugar,
cuando le da lametones,
la besa por los rincones,
y con ímpetu atacar.

Y me dijo algún cangrejo
Que eso son juegos de amores.
Otro, que ¡los hay peores!,
murmurando con gracejo.

Yo les creo porque ¡vaya!,
he visto gran experiencia,
más sentimiento que ciencia,
del mar besando la playa.

Hay veces, que con sus olas
baila andando de puntillas,
buscándole las cosquillas
con rumor de caracolas.

Y otras, verde caradura,
con sus pervertidas ondas,
va levantando las blondas
de toda su vestidura.

La gaviota graznaba,
al preguntar si sabía,
que sí, pero ella creía,
que a la orilla le gustaba.

La luna también me frena.
Dice que al azar ha visto,
corazones, que el muy listo,
le dibuja por la arena.

Pero es ella la lasciva:
la playa nada… ¡desnuda!,
¡y el mar mirándola, suda!
¡¡De lo más provocativa!!,

Que todos me están mintiendo,
discrepan algunos peces.
Porque las más de la veces
es sólo que están riendo.

Pero a mí ya no me engañan.
Veo al mar, como la mece
y como su furia crece
cuando los celos le arañan.