Diistraido
poema de Eusebio García-Gasco
La biblioteca y se me van lo ojos;
los papeles perdiéndose de vista.
Unos labios, de frente, deliciosos,
en una cara nerviosa de artista,
que devoran los dedos estudiando.
Detrás, está la sombra clareando
que deja un bello cuerpo como pista.