Burlándote

Hagamos el amor
aunque luego te vayas con el viento
y vuelvas a ser un eslabón
en las cadenas largas del recuerdo.

Acaso no estás ya,
escondida en el reflejo de la ventana,
burlándote sin parar,
con ese adiós que ya dura una semana.

Ven y hagamos el amor,
hagamos fuegos artificiales la madrugada
aunque luego digas adiós,
y, quizás, nos veamos otra vez mañana.