Por encima de la vida va el amor surfeando

-Por encima de la vida va el amor surfeando-

Si antaño hubo sido la mayor plenitud,
magnánima mezcla de ternura, fuego y cruz,
en todos los escenarios posibles,
cómo es que en la escena presente
sólo sea el negro de mi largo tul,
una estela que mi cuerpo desprende
en este incendio nutrido de interminable azul.

Ideas vanas: sal en la marea,
aquellos milagros, hoy descendidos al barro
que en mis manos se transforma en vasijas
para conservar las esencias
mínimamente las que a mi mundo deslumbraron
hoy perdidas entre el silencio y la acritud
como fugaces balas que deambulan al pairo.

Una de ellas acertó de lleno;
y por esa razón estoy ciego
y por ciego me voy descubriendo
prendido en la luz del alba
desde donde mi ser me reclama.

Oh amor, tan elevado y clarividente
en mí tan dulce y cálido, como recio y bravo
saliste de mí por las costuras
y como el rayo hace en el fuego
ahora me vacío hacia la nada
haciendo de mi mundo una explanada.

Y sí, te echo de menos, pero no es por la magia:
ese escenario repleto de grandes prodigios,
sino por lo eterno del momento, a saber:
ese instante que no cuenta en la historia
y que a su vez la ahoga
como el nudo de la horca ahoga al preso
como el silencio ahoga al verso
y el verso a la memoria.

Ahora, casi desleído por completo,
he podido ver tu rostro;
no eres tan extraño,
casi puedo afirmar que te conozco;
es como si fueras el contorno de mi brazo
el de mi cuerpo entero; algo así
como si yo estuviera dentro de ti
y no al contrario.

César C. Barrau
31-10-2022