Frío

poema de Terrorfrío

A veces tengo la sensación de vivir rodeada de un mar helado, en donde el aliento cobra forma y deja su transparentosa apariencia. Un mar de recuerdos congelados que imposibilita la oportunidad de navegar, en donde todo se ve de un color pálido. Los dedos tiesos como palos, inservibles y de un aparente color morado, como si de alguna forma la sangre dejara de circular. Un agobiante pensamiento, la tensión en la parte frontal de la cabeza y los labios agrietados por la resequedad, es lo que compone mi nada agraciada apariencia. Sin abrigo y con la planta de los pies al descubierto. Caminar de una forma tan ágil que la figura remarcada de mis pies sobre la nieve no se alcanza a apreciar. Tal vez solo soy un espectro vagando por la frialdad, con la piel moribunda y el paso ligero, ¿A dónde con tanta prisa? ¿Por qué? Tal vez el mar no es lo único congelado, tal vez ni siquiera tengo a mi disposición el uso de razonar.