X, Y

poema de Cuervo

Y, aquí, ciego, cerrado, torpe, tonto, mudo, sordo.
Y, aquí, sin ganas de ver, negándose a observar, obsesionado y obligándome a…
…esperar.

X, allá, ve, abre, escucha.
X, allá, sin pretensión de nada.
Solo busca una resignada compañía…
…habla.

Cierran los ojos, se toman de las manos, cambian de tema…
…Avanzan.

Y, se pierde en su cabello.
En las figuras retoricas que dibujan las curvas de sus senos
Desde su perspectiva no puede dejar de mirar, de mirarla.
Pero el tema ya es otro…
…hablan.

De su ceguera queda el marco
De su miedo, la existencia
De su presente, las ganas de vivirla.

X, con soltura habla y le narra sus momentos
Su tono de voz
Su cabello que cae por el rostro
La constelación que hay en su nariz
Le hace navegar a Y, y perderse en ella
En sus colores

¿De qué color eres?
Se pregunta Y, confundido.

Y con osadía pregunta sin parar
¿De dónde saliste?
¿Qué quieres?
¿Me dejas quererte?
¿Me dejas amarte?
¿Me dejas besarte?
¿Por qué te detienes?
¿Abrázame un poco más fuerte?
Joder
¿A dónde vas?
¿Me permites ir contigo?

¿Y si nos tomamos un café?

X, no quería nada más que una resignada compañía
Pues bien, la tenía.

A cambio de eso, Y, quería que X se quedara con él.

¿Cómo pedirle que se quede?
¿Cómo pedirle que se mantenga?
Otras preguntas confundidas.

Y… Y, no llegó

Está tan mareado, pálido y alucinado
Que se perdió.

Sin embargo, con toda franqueza
Le insiste en que se quede.

¿Qué quieres? Pregunta X
Y el muy torpe y desgasto Y,
Contenido de un montón titubeos
Vivirte, responde insistentemente a X

Y responde así
Porque quería quererla
Quería amarla
Quería besarla
Ir con ella
A algún lado
Por ahí
¿Yo qué sé?
Abrazarla
Más
Y más fuerte
Tomarse un café
Tomarse todo
Lo que sea

Pero sobre todo Y, quería que X,
Jamás se detuviera