Poesía en sueño

poema de Cuervo

Tal vez algunos los escriben tal cual lo soñaron, y esto facilitaría la cosa.
Yo prefiero molestarme escribiendo una barrabasada, disfrazada de poesía para complicarlo todo. Pero me miento, solo facilito la cosa.

Es innegable la comodidad al sentarse, creo que si en algún momento se pudieran tocar las nubes nocturnas, serian así. Así de blandas, así de cómodas, así de perfectas. Blandas como una almohada de plumas, pero tan resistente para generar una superficie perfectamente sólida, resistente y agradable.

La visión no permite ver más allá de lo que se puede oler y palpar. Palpar con las yemas, con los dedos, con las palmas, con los labios, con el rostro, con el pecho, con el abdomen, con las piernas, los genitales, las plantas de los pies. El delicioso, exótico y placentero rose en las plantas de los pies, de los dedos, de las piernas.
Así, voy sintiendo como sus desgastadas yemas de dedos van subiendo por el cuerpo y lentamente abrazando mi falo erecto dispuesto. Su calurosa y sedienta boca se va abriendo. Disponiendo. Su salivosa boca se va separando, abriendo, situando y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2.

Aún sigue el 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1,y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2 y 1, 1, 1, 1, 1, 1, 1, 3…

Los oídos sienten el resoplar de sus gemidos muy cerca, muy muy cerca, tan cerca, ese viento, esa lengua que salivosa roza todo alrededor y palabras inentendibles intento intuir. Voz angelical. Voz melodiosa parlante. Voz mojada. Voz excitada. Voz incomprensible. Voz inocente.

Voz que suena con compases y acordes inexistentes, algo irracional, voz que no se agudiza, solo se excita, solo gime y musita en mi oído el placer que le provocan mis dedos en su vagina desnuda, dispuesta, calurosa, mojada y salivosa. Vagina babeante sobre mi boca hambrienta, sobre mi lengua penetrante.

El olor, ay ese olor de tus pechos perfectos, ese olor que queda al pasar por la parte inferior de ellos, ir subiendo por su circunferencia y quedarse entre ellos, ese olor de tus senos erguidos, rígidos, a reventar, y con mis labios voy mordiendo y se brotan, se abren para que los coman, los devoren, los muerdan y se sientan vivos, y los huelan, y los sientan.

Y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2 la comodidad de las nubes nocturnas permiten el roce, el goce, la pasión. Candentes y excitados. El olor de la circunferencia de los senos, las babitas mezcladas de los labios arrollados por el tiempo, las yemas de los dedos desgastadas siguen los rumbos de los estrepitosos cuerpos agotados.

Y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, el chirrido de las nubes nocturnas, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, el viento que producen sus gemidos en mi oído, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, las palabras se intuyen menos, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, solo los gemidos y las babitas de la lengua salivosa, interminable beso hasta desangrarte.
Y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2 y el cuerpo palpitante, estimulante, excitante, agitante, palpante, Y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 1 y 2, y 3, y 3, y 3, de allá y de acá, de ella y mío, imparable y 3, y 3, y su cabello cayendo por su espalda extendida, su tórax, sus senos arriba, sus pezones apuntado al cielo rozando las nubes y 3, y 3 con babitas y el viento de los gemidos, el olor de la parte inferior de tus pechos, y 3, y 3, y 3 de allá y de acá, de ella y mío.

Las nubes nocturnas mojadas…