Soy el otro

Con el despertar del crepúsculo
Se ve en el frío espejo
Un rostro desconocido.
Eros (hijo de la abundancia y la pobreza)
Se ha escapado de mi cuerpo.

Entregado por completo
Al placer de los instintos:
Soy el otro, aquella bella bestia
Que nunca duerme
En la soledad de la efímera noche.

Un pequeño instante de locura
Y el mar espumoso se abre
Ante la sonrisa más obscura.
Embriagado por Dionisio,
¿Quién se atreve a tomar
El corazón del demonio?
¿Por qué no llamas a mi puerta?
¿Por qué no borras el recuerdo?
Si los sueños del mañana se pierden
Entre la bruma del olvido.