La vieja mampara

Abrasadores paisajes acompañan la mampara
caen las astillas de su vieja madera
donde nos envolvimos como enredadera
la noche que me pediste que te amara.

Vuelan sus trozos con el ligero viento
crujidos estridentes acompañan al fuego
mientras contenemos el aliento
ella se consume en el total sosiego.

Recuerdos hermosos se ven consumidos
por las llamas del dolor,
memorias que nos mantendrán unidos
en este ardiente amor.

Pruebas del destino hemos superado
juntos nuevas tintas podemos trazar
hoy todo el dolor quedó en el pasado
mampara querida nunca te vamos a olvidar.