El último acto

poema de Sin Rostro

Curioso cómo el tiempo, incólume, se mueve, avanza, pero los recuerdos quedan.
Viejas heridas a veces parecen reabrirse a voluntad propia en ocasiones como esta.

Después de un concierto, una cena.
Se cierra el telón con un... "creo que no podemos seguir".

Es hora de enfrentarlo, ya no hay marcha atrás.
Comienza la batalla interna por luchar con los recuerdos, con las ilusiones que ingenuamente me inventé con vos.

Las noches frías, las plazas donde te solía besar, la brisa de la 9 de Julio, susurran tu nombre. Y sin querer, te pensé, escuché tu nombre y me dio un escalofrío.

El telón, no vuelve a abrirse sino hasta la próxima temporada, pero nuestra obra tuvo su última función, y ya no hay técnica actoral, no hay música para llenar los vacíos de un diálogo monosilábico.

Y surgen preguntas que claramente no tienen respuesta alguna. ¿Cómo es que en medio del silencio pueden decirse tantas cosas? ¡Una ironía!

¿Volverás a presentarte tocando aquel instrumento con el que sin darte cuenta me enamoraste?