Cicatrices
La empujaron al vacío.
Ella volvió a confiar,
y la volvieron a decepcionar.
Mientras caía, no gritó.
Se quedó en silencio,
pensando qué había de mal en ella.
Por qué no la aceptaban.
Qué había hecho para merecer eso.
Si miraba hacia arriba,
veía la luz alejándose.
Y los veía a ellos, lanzando los cuchillos que la habían apuñalado.
Sucios. Oxidados.
Manchados de maldad.
Bautizados por el demonio.
Los podía ver acercándose.
Ella los esperó con los ojos cerrados y los brazos abiertos.
Podía sentirlos clavados en su piel,
pero ya no dolía.
Y dejó de caer.
Llegó a lo más profundo y,
uno a uno,
se quitó cada cuchillo.
Los usó para volver a subir.
Inmune a cualquier cosa.
A cualquier dolor.
Y cuando llegó a la cima sabía que sería diferente,
porque mientras subía,
se prometió no confiar tan fácilmente.
Y quererse.
Porque la cosa no era ser suficiente para los demás,
sino para ella misma.
Comentarios & Opiniones
Bravo! Gravísimo
Anja..asi se piensa, muy buena obra, saludos cordiales, buenas tardes.
Así es , perfecto valiente .
Un abrazo y a segur adelante
Cuanta verdad bien escrita