Tutankamón

poema de San Brendano

Tutankhamón

«Mientras oigo el sonido de los miserables»...
«Mi copa revalsada con las células muertas de mil cuerpos, yacen allí»...
«¿Escuchas al trompetista de los aludes anunciar el tesoro? »
(Podrías imaginar, que Akmenra, descansa junto a Horus)...
Y en el templo de Isis, los bailes son sacos alveolares, que chillan como serpientes.
«Los gemidos de los gatos que son en las ciudades de Akram»...
El color rojo qué cayó del cielo.
El Escriba que monta su carro esplendido bajó el signo de Cáncer.
O la estatua Efigenia qué solloza ante los antiguos sabios.
Melodean para saber si la bailarina Oninfeta, vocalizara sus apostrofes, en el mundo de Tutankhamón...