Silvestre

poema de San Brendano

RESURRECCIÓN

Amigoleta, proctarie , intervebrado, cubus languri, efano icchi, clastidol embarazo mioprolactal en tu arquidiócesis en el tempano de Imisihiocan tus pupilas muestran la antigua forma de los poetas muertos que ascienden con un he ahí Silvestre!
Amigus Dei, embrazao en tu epano ecleno ifil anteli ecleni porta ficus en tu ganglio cubital en tu asciende Plambara hacia una canción que invetaliza hasta tu concepción metabólica y tu raza es inmortal por ser Argoreana. —«¡Oh, flequi!» — Antiguamente te llamaban Diosa madre en tus ganglios impuros ascendiente hasta la habitación de un Dios que tuvo una relación contigo y juntos, amaron con locura hasta que el éxtasis se volvió un goce más allá del hábito humano. —(Apaña, Apana, epeli órgano epeli ecleni forco echeli mil) ....
Asciende Silvestre, pura, santa que todos los pueblos se arrodillen que Dios, se arrodille, porque ha nacido la Diosa madre que da vida a los que están a punto de morir. E hijo, hijo, jamás morirás mientras yo viva, jamás morirás, porqué he venido de la materia oscura, venciendo a mi esposo, para darte la libertad a ti...
Atraviesa la materia, la antimateria, la gastrogulación, el tejido endoplasmático y todo lo que hay más allá vengate de tu equinoccio y haz que la Diosa sea adorada. ¡Iquil! —(Soy Silvestre, Silva y yo curo todo desde tu enfermedad, hasta tu miedo, hasta tus pesadillas) ¡Atravanzen a enfrentar a una Polaris! Atrevanzen a matarme ¡Soy la Diosa blanca y he venido por ti, mortal, para salvarte!