Necropolis

Hay una cortina de humo
Que es desagradable incluso para los que fuman.
Tapan lo que no quieren que veamos,
Nos muestran lo que no queremos ver.
Así es,
Somos peones en un vil y sucio juego de ajedrez,
Donde somos señalados,
Asesinados,
Juzgados,
Pero nunca por un juez.
Somos expuestos a una pared de cemento,
Donde valen más los impuestos, los ingresos.
Nos manipulan seres chupa sangre
Que roban nuestros sueños y nuestras esperanzas
Y Nos marcan como ganado,
Nos extirpan como fetos,
Nos lanzan a la boca del lobo,
Y no importa si llevamos los mismos colores que ellos.
No hay justicia,
No hay dignidad,
No hay derecho;
Si se exige, te callan,
Si se súplica, te ignoran,
Si se argumenta, te silencian,
Si sabes mucho, te matan.
La Santa Trinidad
Te observa
Y te pisa si subes mucho la cabeza.
Ellos te enseñaron a leer,
Te enseñaron a hablar,
Te enseñaron a escuchar,
Te enseñaron a oler,
Nos enseñaron, PARA CONTROLARNOS.