II

poema de II

Era así como
me hallaba temprano
con el corazón deshecho
talvez
como olvidar a mi dueña
la hermosa corriente
que golpea mis ojos
hara
te abraze fuerte
prestar de tus manos
y la noche resentida
no pose más lutos
sobre tus labios
las olas de sus
más fúnebres desamores
para así poder fundir
mis esperanzas
junto a tus latidos
para no volver a contemplar
ningún éxodo, a la pena
de una desdichada Roma
no habrá ningún Cesar
que quiera exhibirte
entre sus brazos
porque seras mi vida
mi amor
llevare tanto de ti
por siempre quedre adorarte
tu inigualable sin querer...