la playa

No se invita al horizonte
no pierdas tu tiempo
es esa enorme raya
entre cielo y océano
la que invita a llegarle
sin palabras
sin esfuerzo
te atrae a su puerta

La mirada perdida en tí
recuerdo de sonidos
olores y texturas
entre el encanto de tu mano
jugábamos a no mojar los pasos
si lo hacíamos moriríamos
riendo por la orilla
amando aquel día de playa

Y el horizonte inmenso
te habló
tus pies mojados secos los míos
tu boca no paraba
hablaba de futuro
hablaba de vivir
aceptaste sin morir
me quedé casi vivo... aquí

Cierro y abro los ojos
mis pies siento hundirse
el presente se queda
más la playa inconsciente
me guía hasta tu adiós
mirando el horizonte
que no acepta un rechazo
a su invitación.