¿Hemos cambiado?

Este texto, es una pregunta de alguien que aún no tiene la respuesta. Tal vez, sea una pregunta que os pasa ahora mismo a todos por la cabeza o que os pasará.

Cuando abramos las puertas de nuestras viviendas y la policía no nos multe por ello, ¿cambiará algo? O más bien, ¿cambiaremos nosotros? Tal vez nuestro primer impulso sea pecar de desesperación, como ateo rezándole a dios por la vida de un ser querido, suplicando en algo que no cree y prometiendo lo que no va a cumplir. Haremos realidad la frase “Cuida el presente, porque en él vivirás toda la vida”. Nos apuntaremos todos a puénting, rafting, running y mientras lo realizamos nos tomaremos un jugo de piña para eliminar toxinas, ¿tal vez?

Seremos capaces de lidiar con la vuelta al día a día, con obligaciones, tareas y facturas pendientes. ¿Ganará el quiero la batalla del puedo? ¿Cederá terreno nuestro simio interno? Espero que sí. Por esperar, espero que el ser humano deje de ser “humano” y sea empático. Que guarde el ego de creerse el rey de este planeta que sigue girando con él enjaulado.

No pido milagros, tal vez seguir el consejo de Galeano «Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo». Lo sé, soy un iluso, pero este iluso cumplirá su parte, una vez responda su pregunta, ¿hemos cambiado?