Gracias a el

poema de Sal

Tu madre era sabia, durante ese vals de quince años conocíamos cada uno nuestros secretos dos almas que querían estar unidas pero no estaban realmente enamoradas, una amistad hubiera durado mas que ese corto tiempo de conciertos pequeños pretendiendo ser adultos, grite tu nombre, conocí cada anomalía, regale cada estrella, fui dulce, amable, me quería moldear a tu medida, sentía que era en vano, dejaste ese veneno el cual me hizo creer que nunca merecería algo mejor, metiéndome en infiernos que se parecían a mis traumas personales, pero un día encontré la luz, encontré la luz después de muchos años de tu historia, después de esas escaleras, después de tocar el mismo instrumento, entendí que si me merecía algo mejor, merecía estabilidad, mi cabeza dejo de correr, mi corazón empieza a sanar, te agradezco romper esa ingenuidad en mi, romper ese sentimiento, mas de una década después de ese cuento por fin puedo escribir un libro con alguien mas, con el, con quien siempre será mi mejor amigo.

Gracias a el entendí que merezco ser feliz.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Un relato que suele suceder en esta vida y que tiene mucha fuerza.
Saludos cordiales
Beso.

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