Perdida...
Perdida entre algodones de fina fibra,
ahogando quejidos que replican
más que un nombre,
una agonía.
¿Si se partiera el cielo
y retumbaran los cimientos,
que abatidos yacen
postrados en el suelo?
...
¿Y si revocara la ley
que hace al amor,
como una fuente de inspiración
al poeta que plasmó,
con lágrimas y dolor?
...
¿Si las personas que hacen
de éste mundo
un camino sin rumbo,
dónde acabar arrodillado
lamentándose de lo explorado?
...
¿Dónde acabará el mundo?
...
Si nos matamos unos a otros,
por una ley revocable a cada paso,
por unas gentes que dicen
saberlo todo.
...
Incongruencias devastadoras,
que atan de pies y manos
a aquel que su vida entrega
por un país soberano.
...
Y a trozos va cayendo
con un inminente y devastador encuentro.
...
Al igual como se parte el alma mía...