Ya olvidé

el sabor agridulce de los desengaños vividos, ahora llega abril dejando atrás los intensos momentos vividos en diciembre.

Haciendo que las nacientes frondas agiten las turbias aguas que intentaban ahogarnos.

Escucho el canto acorde de mi gran señor el jilguero. Plantemos en nuestro huerto el árbol que jamás será tallado.

Aunque oscurezca ya no tengo miedo a la oscuridad, pues sé que tu compañía alumbra los campos elíseos.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Reflexivas letras y lindo mundo felicitaciones y beso.

Critica: 
Robson Marins De Abreu

Gracias

Critica: 
Josue Aymer

Una voluntad fornido en su amor. Saludos y un placer.

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