UNA BALA, UN KAMIKAZE....

UNA BALA, UN KAMIKAZE…..
Asomó la cabeza y todos
comenzaron un “Cumpleaños feliz”
estruendoso e inesperado.
Su marido Julio, sombrío.
sus hijos Casandra y Ulises, resplandecientes.
sus amigos, tres.
Su gata Sardina y su tortuga Francisca,
como si nada.
Terminado el himno la
llenaron de besos y regalos.
En su rostro quiso adivinar una alegría
que no le pertenecía.
Lejos de allí,
en su pequeño apartamento y
sin el mínimo eco de canción alguna,
el Otro solloza.
Solo.
Ella, agazapada como
un conejillo tembloroso.
Qué asco de vida dejas
tras tus pasos.
Todo dañas, y cavas profundas
trincheras que rebosan dolor.
Salvad al miserable Ryan.
Por qué no te alcanza
una bala perdida
un kamikaze drogado
un atentado yihadista
un atraco sangriento
un infarto fulminante.
No.
Nunca estas allí, nunca expuesta.
Siempre tras coraza de palabras.
Siempre mintiendo.