CÓMO MORIRSE DE TI

poema de rober

Nos contábamos todo
entre risas.
Tus manos tibias aún
temblaban.
Busqué en tu desnudez
la belleza simple.
Me equivoqué
de pleno.
No eras así.
Tras las risas,
un monstruo insaciable.
En tu desnudez
solo humedad.
Eras inocente y viciosa,
entregada a mí,
ofreciéndote
a todos.
Cómo morirse de ti
y seguir
persiguiendo los
instantes,
los relámpagos del
deseo.
La vida.

Comentarios & Opiniones

Falstaff

Y aparte de todo, bastante significativo, arraigado en la médula se lo recuerdos que provocan todo... saludos cordiales.
Adrián

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