CUARENTENA I

Ella creía que encerrada
no iba a enfermar
y murió en silencio
sin voz, sin recuerdos.

Y un día cuando el Sol
agonizaba entre las paredes
resucitó en otro cuerpo
con otras letras
y otra ropa,
extendió sus alas
como una mariposa.

Y entonces, por primera vez
se sintió libre.

Roberto Duránski
Fotografía: Falk Zimmer