Mujer amada

poema de RicardoVII

Mis noches sin letargo en mi cuarto,
una niebla espesa cubriendo mi aura,
mi sudor frio humedece mi almohada
una luz resplandeciente se va, eres tú, si tú... Sin mirar atras.

La parálisis de sueño se apodera de mi ser,
abro mis ojos y grito en silencio sin morir.
Llegas y te vas,
como relámpago en el bosque oscuro,
como brisa en un día otoño, me dueles, me quemas.

Crear un mundo parsimonioso y calmo
soñar, reír, vivir... existir.
Este clamor loco y desdichado,
te busca, te llama sin motivo.
El mal llegó sin peaje ni olvido,
hasta en mis huesos mujer te has metido.