NUESTRO SUEÑO EN LA PLAYA

poema de Ricardocruz

¡Amor, recuerdas nuestro sueño de ir a la playa! Prepara tu equipaje, viajaremos para unos días disfrutar. He reservado una cabaña junto a la arena y el agua del mar, es un lugar apartado con una vista espectacular. Donde se miran los árboles, las nubes, las montañas y también un manglar. Se escuchan las aves, el viento y las olas cantar, donde solo las estrellas nos podrán mirar. Veremos en el horizonte el amanecer también el atardecer con imágenes sin igual. Observare tu figura a la orilla del mar que será una postal especial que solo en mi mente quiero guardar. Veremos la puesta del sol acampando en la arena para poder conversar, te mirare sentada a mi lado donde tu belleza solo yo podré contemplar. Quiero que la brisa bese tu rostro con su frescura que será como una caricia y que disfrutes su finura, las olas en calma sientan de tu piel su exquisita tersura. Que escuches los cantos de las aves y que estimulen tus sensibles encantos.

Ya entrada la noche, la luna te iluminara con sus rayos de plata, deslumbrando tus rizos, también tu linda silueta atractiva belleza de exquisita figura. Callados y abrazados, escucharemos solo el ruido de las olas del mar y te podre reiterar sin temor, cuán grande es mi amor.

Después pasaremos a la decorada cabaña con enseres de madera fina. Al fondo una fogata que dará calor al entorno. Quiero que esa noche se vuelva divina. Degustaremos un delicioso vino que estimule nuestros sentidos y nos envuelva en un dialogo divino. Estará preparada una alfombra de flores para tu cuerpo reposar. Decorada con luminosas velas que he traído de un lejano lugar, que iluminaran nuestra intimidad. Ungiré en tu figura con mis manos ese rico perfume que tanto te agrada como barnizar una escultura. Tengo preparadas unas fresas maduras para en tu cuerpo posar, comerlas una a una y su sabor disfrutar, que nunca olvide jamás y quede impregnado en mi labios para siempre recordar. Con nuestras caricias se irán erizando nuestros sentidos subiendo su tono en armonía como la música que toca una sinfónica fina. Disfrutando de esos momentos de caricias, besos con mucho amor que se irán convirtiendo en calor, como cuando arrimas más leña a la lumbre. Tu piel se ira erizando daremos rienda suelta a la intimidad y disfrutarla con sensualidad, dejaremos salir esos instintos de amor que nos atan y que desatan su furia para saciarse uno al otro. Fundirnos en abrazos tiernos olvidándonos de todo y ser uno solo a la vez, llegando al acto más bello de amor. Terminar abrazados nuestros cuerpos enlazados en esta soñada noche de amor y pasión

Ricardo de la C