XVIII

poema de Reyes

Oigo canciones, mi niña.
Canciones en el viento de tiempo atrás
Desde la tierra de mis abuelos
Escucho una melodía.
De sol, de luna, de noche y de lluvia;
Pero este calor no me deja dormir
Pero yo no dejo de soñar
Con tu sonrisa, con tu mirada,
Con tus manos blancas y frías como escarcha.
Toma mi pecho, mi caliente pecho
Entre tus manos, dale calma a su calor
Que no me deja dormir
Que me ahoga y no me deja discernir
La realidad y mis sueños,
Quiero descansar en tu seno
Pero el calor asfixia y no lo entiendo,
Por qué tu frialdad me conforta
Y me calor me acongoja,
Me abraza y me exprime como vivas brazas.