En prosa

He roto mis cadenas y mi corazón ya no sangra, empiezo a entender la soledad que me rodeaba y negaba a abrazar, en las noches miraré las estrellas y dejaré de lado a los pensamientos sucios, aquellos que carcomían mi paz interior.

El miedo a quedar solo, aquel que me tenía prisionero y confundía mis pensamientos a desaparecido me rindo ante tu indiferencia maldita le digo adiós a mi sentimiento de permanecer junto a ti, estoy cansado de esperarte y nunca verte llegar. 

No espero que tus ojos se iluminen y me busquen cuando por fin ya he decidido marcharme busco curar mis heridas aunque me cueste la soledad sumérgete en la oscuridad y camúflate con mis sentimientos podridos, ya no vengas a buscarme cuando le pierdas el rastro a mi sombra.