Un recuerdo imborrable

Comenzó con dos copas
Como muchas buenas historias
Que cualquier persona sea de donde sea
Pueda tener guardada en su memoria
Estábamos borrachos
Una calurosa tarde de verano cualquiera
Sentados y abrazados en tu sofá
Cualquier otro hacer o pensamiento
Nos parecía sin importancia
Te besé, con un cariño sincero
De ese que empieza en tus labios
Y termina en los cielos
Me respondiste al beso
Con una pasión desmedida
Te sentaste encima de mí
Y me miraste con lascivia
Cada beso, cada mordisco
cada caricia, cada mirada
Aunque en ese momento jamás lo imaginara
Me perseguirían durante mis noches
hasta la más luminosa alba

“No estarás pensando en ella”
Parándote en seco
Me preguntaste asustada
“Jamás, preciosa”
Te respondí sonriendo
Con mi más sincera mirada

Nos fuimos quitando la ropa
Y con cada prenda, además de la temperatura
Subía la pasión
Recuerdo poder sentir en tu pecho
Los latidos desbocados
De tu etéreo corazón
La agarraste con las manos
Lo hiciste con suma rudeza
Era tu primera vez
Pero con tus instintos y mis indicaciones
Comenzaste a acariciarla con placer y delicadeza

“No me quites los pantalones, me da vergüenza”
Me dijiste insegura
“No te preocupes, para mi eres perfecta”
Te respondí con ternura

Te saqué los pantalones, y besé
Las largas carreteras de desenfreno
Puertas del séptimo cielo
El eterno océano lácteo
De tus claras piernas
Lamí, allá donde tus piernas
Se fundían con tu cuerpo
Al ritmo de tus gemidos
Para ambos el momento era perfecto
Subí, besando lentamente
Cada palmo de tu cuerpo
Y acariciando allá donde había estado
Me paré en tu pecho, subí por tu cuello
Hasta llegar a tu boca, te besé con pasión
Por un instante todo desapareció
En el mundo, solo existíamos los dos
Bebiéndonos a morro
Cómo si de un frío manantial se tratara
Mirándonos con cariño a los ojos
Y perdiéndonos entre nuestras bocas
Te agarré de la mano
Te lleve hasta tu cama
Y tras la pregunta

“¿Estás preparada?”

Y con la afirmación de tu mirada
Entré dentro de ti
Y me fundí con mi enamorada
A cada de una de mis acometidas
Me respondías con un beso
De un sentimiento tan intenso
Que a cada uno le dedicaría un verso
Cuando finalmente acabamos
Sudorosos y sin habla
Me tumbe a tu lado
Y me abrazaste mientras dormitabas
Yo me fumé un cigarrillo
Y acaricié a lo más bonito que tenía a mi lado
Formando un recuerdo
que mi cabeza jamás ha olvidado.

-A mi Estrellita, porque no sabes todo lo que me arrepiento cuando pienso que sigo entre tus piernas-