Belleza

Belleza.

Supe que era belleza cuando
aprendí a reconocerla con los ojos del alma,
cuando deje de buscar fría perfección
y encontré su hermoso y sincero amor.

Cuando su corazón
se adueñó de mis días,
su corazón puro y abierto
que solo entregaba día a día
la alegría de su alma,
sin aguardar nada.

Supe que era verdadera belleza cuando
supe distinguir su alas quietas
de felicidad en mi vida.

Y aunque no comparta su camino
encontré la verdadera belleza,
en el calor de sus días
en su alegría serena,
en su corazón,
en su vida en la mía.